Calcena es uno de los pueblos de la llamada cara oculta del Moncayo. Está situado entre Trasobares y Purujosa, a hora y media de Zaragoza, y su caserío trepa por la margen izquierda del río Isuela.
Vivió su época dorada entre los siglos XVI y XVII gracias a la producción de lana y a la artesanía. Sin embargo, la orden de expulsión de los moriscos dictada por Felipe III en 1609 tuvo efectos devastadores en su economía.
A lo largo del siglo XIX y principio del XX volvieron a explotarse sus minas de plata, conocidas ya por los romanos, aunque esta actividad se abandonó por falta de rentabilidad. Algunas familias también se dedicaron a la producción de carbón vegetal, un trabajo muy duro que les obligaba a pasar varios meses al año fuera de la localidad.
El modo de vida en Calcena siempre ha estado ligado a la tierra y a la naturaleza, pero hoy en día parece ser presa de la despoblación. Sin embargo, es un destino que sorprende por su historia, sus paisajes y su carácter auténtico.
El monumento que más destaca en Calcena es la colegiata de Nuestra Señora de los Reyes (s.XVI), que mezcla estilos de varias épocas y todavía conserva la antigua portada románica. Pero lo que más llama la atención es la cúpula que corona su torre mudéjar y otras más pequeñas que lanzan destellos al sol.
Si rodeas la iglesia hasta parte más alta, donde está la entrada principal, encontrarás el arco románico de la Ermita de San Miguel (s.XIII), una construcción que verás junto al puente que cruza el río Isuela.
Si tienes curiosidad por ver el escudo de Calcena con el Santo Grial, acércate a la plaza del Ayuntamiento. Después puedes callejear por el pueblo, subir hasta las ruinas del castillo o bajar hacia el río y atravesar el arco-capilla de las Nieves, que da acceso al casco urbano.
Siguiendo la carretera, el Isuela nos recuerda que da de beber a los habitantes de Calcena y junto al puente está la ermita de San Miguel. Aunque ahora es una vivienda, su forma redondeada y otros elementos todavía recuerdan su origen religioso.
Unos metros más adelante remontando el cauce del río está el Centro de Interpretación de la Naturaleza del Parque del Moncayo. Nosotros lo encontramos cerrado, aunque en el exterior hay varios paneles con algunas de las rutas que puedes hacer por el parque natural.