Cada vez que se acerca el fin de semana te imaginas dejándolo todo y escapándote a cualquier lugar… ¡Y no digamos cuando llegan las vacaciones!

Así que preparas cuatro cosas y te echas a la carretera cruzando los dedos para pasar unos días diferentes y muy lejos de las aglomeraciones.

En mi caso, evitar los lugares masificados es algo que ya hacía antes de que comenzara la pandemia. El objetivo era optimizar el tiempo pero también quería librarme de esa sensación de estar atrapada en una corriente humana, por no hablar de lo mucho que me gustan las fotos que parecen postales.

Los últimos años mantener la distancia social era esencial para que nuestras excursiones no se convirtieran en un buffet libre del coronavirus. Pero si quieres seguir evitando las multitudes ahora que hemos recuperado la normalidad, no te pierdas este post.

¿Dónde va Vicente? Donde va la gente.

Seguro que te suena el dicho, así que olvídate de hacer lo mismo que la mayoría y sé original. Para empezar, descarta cualquier plan que incluya la palabra MÁS (pueblos más bonitos, destinos con más encanto, lugares más visitados…).

Ya habrá tiempo para seguir las tendencias viajeras y conocer los «top ten» de todo. Y mientras llega ese día, atrévete a crear tu propia ruta y encontrarás ese lugar especial y poco concurrido que andas buscando.

Los fines de semana y los días que aparecen en rojo en el calendario suelen ser el momento que tod@s esperamos para hacer excursiones y tomarnos un breve respiro de la rutina. Sin embargo, las restricciones en la movilidad y la prohibición de salir de nuestra comunidad autónoma han encogido nuestro mundo y, sea cual sea tu destino, tendrás compañía.

Si tus circunstancias lo permiten, la clave para evitar aglomeraciones está en evitar la temporada alta y planificar tu viaje para visitar los lugares más emblemáticos entre semana.

Quizás te hayas dado cuenta de que las ciudades se quedan un poquito más vacías cuando hay un puente… Y eso hay que aprovecharlo.

Los museos, las actividades culturales y los lugares turísticos en general se han adaptado para ser entornos seguros. Para ello se han reducido aforos y el número de personas que pueden formar parte de un grupo guiado es menor, por lo que te recomiendo comprar las entradas con antelación.

Por otro lado, el mundo rural se ha convertido en un destino estrella (si es que no lo era ya) y al acercarnos a su naturaleza en busca de tranquilidad también estamos descubriendo su riqueza patrimonial. Pueblos con tanto encanto como Lecina (cuya carrasca ostenta el título de Árbol Europeo del Año) o Bureta con su mágico Burosque Encantado son buenos ejemplos ello.

Vayas donde vayas, respeta el entorno y a sus habitantes.

Cuando vas a hacer turismo, una buena forma de evitar las aglomeraciones es madrugar un poquito. No te digo que te conviertas en una de esas abuelitas que están en la puerta del supermercado antes de que abran, pero te aseguro que merece la pena salir a la calle un poquito antes que la mayoría.

Si te parece una misión imposible para tu familia, intenta estar lejos de los lugares con fama de concurridos al acercarse la hora punta. Para saber cuándo es el «prime time turístico» sólo hay que realizar una búsqueda en Google y tendrás información sobre la afluencia de visitantes en tiempo real.

En mi opinión, la hora de comer es uno de los momentos que más controlados hay que tener cuando viajas con peques. Un niño hambriento puede convertirse en un monstruito irascible y berreante, y muchos adultos también. 😉

Lo mejor es anticiparte al problema y reservar en el restaurante donde quieres comer. Así te asegurarás de tener una mesa en la terraza o en el interior cuando llegue el mediodía.

Si prefieres disfrutar del buen tiempo y comer al aire libre, la mejor opción es buscar un área recreativa o un merendero. En estos lugares podrás mantener al máximo la distancia social con desconocidos y no tendrás que preocuparte de que l@s más pequeñ@s no lleven mascarilla.

De todos los consejos que puedo darte para huir de las masas y evitar las aglomeraciones, hacer senderismo es mi favorito.

L@s peques se sentirán libres para explorar el entorno y tú podrás dejarles espacio sin miedo a perderlos de vista entre la gente.

Además, en Aragón hay muchas rutas señalizadas aptas para toda la familia, caminos que nos llevan a descubrir paisajes únicos y a vivir experiencias inolvidables.

Lo único que necesitas son ganas, así que prepara la mochila y disfruta del paseo.

Aunque hay lugares maravillosos y muy concurridos que no podrás resistirte a visitar, estas son algunas de las medidas que han funcionado en nuestros viajes,

Y no te engañes, si te estás preguntando porqué hay tanta gente a tu alrededor, significa que también formas parte de esa multitud. 😉