Cuando yo era pequeña, los viajeros siempre eran hombres. La historia hablaba de Marco Polo, Colón, Darwin… Y la literatura y el cine nos hacían soñar con volar en globo, escalar el Himalaya o surcar los mares como Simbad.

En aquellas aventuras las mujeres tenían un papel secundario, si es que tenían alguno, y lo curioso es que a nadie parecía extrañarle. Quizás por eso leer «Viajeras intrépidas y aventureras» resultó todo un descubrimiento para mí. No porque las mujeres viajaran desde la antigüedad (algo que ya daba por sentado), sino porque nadie nos lo había contado.

Cristina Morató (1961) es tan viajera como cualquiera de las mujeres que rescató del olvido hace veinte años, y en esta edición ampliada y revisada nos hace viajar con ellas. A lo largo de doce capítulos seguiremos a peregrinas, conquistadoras, almirantes, amas de casa, aristócratas, piratas…

Mujeres que, a veces sin pretenderlo, rompieron moldes y abrieron nuevos caminos hacia la igualdad.

«Durante siglos un puñado de mujeres ni tan locas ni tan excéntricas como nos han hecho creer algunos biógrafos, han contribuido con sus viajes al conocimiento geográfico y han participado en importantes acontecimientos históricos. Ni un monumento, ni una triste placa recuerda sus hazañas y sus nombres tampoco aparecen en los libros».

A lo largo de la historia ha habido muchas viajeras intrépidas y aventureras, y cada una lo fue a su manera. Algunas partieron con sus maridos, otras viajaban solas y ligeras de equipaje o se rodeaban de todo tipo de lujos, e incluso se disfrazaban de hombre para perseguir sus sueños.

A veces no lo tuvieron nada fácil, pero todas se adaptaron a las circunstancias con mente abierta y buenas dosis de humor. Por eso este libro no es sólo una sucesión de biografías, sino una suma de experiencias inspiradoras que despertarán tus ansias de aventura.

Porque ha llovido mucho desde que una gallega llamada Egeria se convirtiera en la primera viajera allá por el siglo IV, pero nunca faltan razones para salir a descubrir el mundo.

«El puritanismo asfixiante que impuso [la reina Victoria] animó a más de una a romper con la norma y salir a recorrer mundo en una época en la que aún no existían los pasaportes, las fronteras y aún había lugares en blanco en los mapas de África».

Página a página, nombre a nombre, llegarás al corazón de África, cruzarás los mares del Sur, darás la vuelta al mundo en menos de 80 días… Y conocerás a mujeres fascinantes, como la navegante Isabel Barreto, la arqueóloga Gertrude Bell o la escritora Freya Stark.

Todas ellas se atrevieron a tomar las riendas de su vida y demostraron que el espíritu aventurero no entiende de géneros.