Para Leer: Un hipster en la España Vacía
AUTOR:
Daniel Gascón
GÉNERO:
Narrativa
EDITORIAL:
Random House
(Año 2020)
«Un hipster en la España vacía» es la historia de Enrique Notivol, un joven que abandona Madrid tras un desengaño amoroso y se instala en La Cañada, el pueblo de Teruel donde viven sus tíos. Allí pretende montar un huerto colaborativo, encontrar cobertura y, de paso, acabar con el heteropatriarcado reinante.
El hipster, bohemio moderno de gustos alternativos, apenas se percata de que sus ideas sobre el mundo rural chocan constantemente con la realidad. Esto provoca situaciones muy divertidas y también el desconcierto de sus vecinos que, a pesar de las rarezas del forastero, terminan aceptándolo como uno más.
«Qué bonito es despertar aquí. Un poco antes de las seis se oye el canto del gallo. No mucho más tarde llegan los primeros sonidos del pueblo que amanece: Tomás con la mula mecánica, Javier con la mula mecánica, Rogelio con el tractor, Paco con la mula mecánica.«
«Bajo en bicicleta con Yanis a Valdepinar. Ahí, en el bancal de mi abuela, es donde podemos empezar nuestro centro. La edificación (paridera, la llaman) está relativamente bien.
Como con mis tíos. Mi tía cocina. Yo le insistí en que no cediera a las presiones para globalizar su forma de cocinar y en que regresara a la cocina tradicional. Pero también me parece que comemos demasiada carne. Es un equilibrio delicado.»
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) utiliza el sentido del humor y la ironía en este singular cóctel donde mezcla tópicos típicos y temas tan actuales como la globalización, el feminismo, la inmigración o la política.
Tampoco faltan los pregones al son de jota y las referencias a personajes de la tierra como Labordeta, Joaquín Costa o Luis Alegre, por poner algunos ejemplos.
Ya sé que son muchas cosas, pero Gascón consigue que todo encaje bien y que el buen rollo acompañe la lectura de principio a fin.
«Es agradable ir a la tienda. Saludas, pasas ahí un rato por la mañana, las mujeres van contando sus cosas. La gente sabe mucho del tiempo. […] He estado un rato buscando la sección de productos orgánicos, pero no la he encontrado.»
«Me ha dicho que cerca del repetidor, en las eras, hay un sitio con buena cobertura. También me ha dado una crema para curarme las manos, estaban llenas de callos por la azada. «Vaya manos tienes. Qué bonitas. De no trabajar», ha dicho.»
El aire puro de La Cañada consigue despertar el lado activista y comprometido de Enrique, que no dejará títere con cabeza. Porque organizar un taller de nuevas masculinidades sin público masculino no hace que pierda la ilusión en sus proyectos.
En contra de todo pronóstico, el hipster encuentra su sitio en la comarca del Maestrazgo: Se enamora, salva el patrimonio municipal ¡y hasta conquista la alcaldía! Pero esto es sólo el principio de las disparatadas aventuras que le llevarán a codearse con una estrella del pop, convertir La Cañada en un plató de cine o rescatar a la mismísima Greta Thunberg.
«-El decrecentismo lo inventamos nosotros -dice Lourdes.
-Como el amor, que lo inventamos en Teruel.
[…] Yo iba a decir que el amor romántico es una construcción perversa y heteropatriarcal, pero me he distraido mirando los ojos de Lourdes, que siempre se pinta con una raya azul en la parte baja del párpado.»
«El hipster presentó a la ministra brevemente. Estaba un poco nervioso, pero cuando se queda en blanco hacía lo mismo que había hecho en la campaña: Traducía trozos de canciones de Bruce Springsteen, cambiando las referencias geográficas, porque se adaptan bien a Aragón.»
Si vives en un pueblo es posible que Enrique Notivol te parezca un ababol y que disfrutes especialmente con los primeros capítulos.
Y si tienes alma urbanita no te preocupes, porque seguro que las peripecias de este hipster en la España vacía también te harán pasar un buen rato.