El géiser está en el paraje de Las Heras, junto al Barranco de Huechaseca, un cauce que baja desde Fuendejalón hacia el valle del Ebro. Sus aguas salinizadas manan a 28ºC, por lo que se le considera un manantial termal, y el chorro supera los 2 metros de altura.
Peeeero resulta que en realidad no es un géiser auténtico, sino un pozo artesiano que comunica con un acuífero. Y no ha dejado de arrojar agua con mayor o menor caudal desde hace más de cuarenta años.
La razón es que entre la década de los 70 y 80 del pasado siglo se realizaron unos sondeos en la zona para buscar agua… y es evidente que la encontraron.
Además, alrededor de la surgencia se ha ido formando un cono que recuerda a un pequeño volcán y tiene un llamativo color rojizo. Esta tonalidad se debe a la corrosión del tubo de hierro que quedó en el pozo tras realizar la prospección.
Y el caso es que, aunque no sea un géiser cien por cien natural, merece la pena acercarse a Pozuelo de Aragón para verlo.
-El chorro de agua se ve perfectamente desde la carretera, así que no tiene pérdida.
-Enfrente del géiser encontrarás un banco donde sentarte a contemplar el paisaje.
-Si vas con peques te recomiendo que lleves ropa y calzado de recambio, porque no podrán resistirse a tocar el agua con la mano y a veces el viento juega malas pasadas. 😅
-Respeta el entorno y los campos de cultivo que rodean el géiser.
Olga
Una excursión para realizar por los alrededores muy curiosa, gracias.
Mª.Victoria B.L.
Gracias a ti por el comentario.