Roda de Isábena es, oficialmente, uno de los Pueblos más Bonitos de España gracias a sus calles empedradas, sus miradores sobre el Valle del Isábena y, sobre todo, gracias a su catedral.

Además de ser la más antigua de Aragón, su claustro románico puede convertirse en el escenario perfecto para terminar cualquier velada disfrutando de la gastronomía local.

Albarracín es Monumento Nacional desde 1961, así que decir que es uno de los pueblos más bonitos y románticos de Aragón es quedarse muy corto. De hecho, ya empieza a compartir protagonismo en los rankings europeos con lugares como Oia (Grecia) o Hallstatt (Austria).

Y es que Albarracín tiene un color especial y un espíritu medieval tan auténtico que su belleza traspasa todas las fronteras.

Lagos que parecen espejos, senderos serpenteando entre frondosos árboles, cascadas que surgen de la montaña… El Parque-Jardín Histórico del Monasterio de Piedra, en la localidad de Nuévalos, es un lugar único y lleno de romanticismo.

Además, su historia está ligada a la del chocolate, una dulce razón más para organizar una visita en pareja.

Montañana es uno de los pueblos medievales más bonitos que he visitado últimamente. Tiene un encanto romántico innegable, quizás por el aire decadente que se respira en algunos rincones, y todo invita a relajarse y disfrutar del silencio.

Puede que su puente de piedra sea la imagen más conocida de este precioso rincón de la provincia de Huesca. Pero la postal más bonita de Montañana la disfrutarás subiendo al Mirador de las Eras.

Quizás sea porque su historia va de la mano del arte (y no sólo del mudéjar), por sus tradiciones o porque sus más famosas leyendas hablan de amores imposibles que vivieron para siempre.

El caso es que, tratándose de destinos románticos en Aragón, es difícil superar a Teruel.