Cuando las temperaturas suben sin importar que el verano no haya llegado, hay que buscar la mejor manera de refrescarse. Poner rumbo a la playa, a la montaña o simplemente mojarte los pies en un río, suelen ser las opciones más efectivas.

Pero si todavía falta mucho para tus vacaciones, acomódate y dale al play para sentirte como si ya las hubieras empezado.

Porque esta selección de películas con sabor a verano te harán imaginar que eres tú quien está de viaje. Así que baila, canta, atrévete a probar cosas nuevas, vuelve al pueblo, enamórate como nunca… Y, sobre todo, olvídate del calor por un rato.

Acompañados por un reparto de lujo, Burt Lancaster y Deborah Kerr nos regalan uno de los besos más famosos y refrescantes de la historia del cine.

Viajar es la mejor medicina contra los prejuicios y Billy Wilder lo sabía al dirigir este delicioso enredo que nos lleva a la isla italiana de Ischia.

Aunque estamos muy lejos de Estados Unidos, nadar en el mar no volvió a ser lo mismo después de ver esta película de Steven Spielberg.

La posibilidad de ver el mítico rayo verde sobre el que escribió Julio Verne es la razón de que Delphine siga viajando.

Corría el verano de 1963 y aún no se había inventado el reguetón, pero en el resort Kellerman los bailes no siempre eran de salón.

París tiene algo especial. Algo que te hace superar el miedo a volar y comer queso como si no fueras intolerante a la lactosa.

Si te gustan las canciones de ABBA seguro que disfrutarás de este musical rodado en las islas griegas.

Nada mejor que las fiestas del pueblo para superar que te han dejado plantado antes de tu boda.

Los paisajes del norte de Escocia son una razón más para ver esta singular y divertida película familiar.