Que Venecia es una ciudad muy romántica es un secreto a voces. El simple hecho de estar allí ya es un momento prácticamente insuperable pero este destino te puede enamorar de muchas maneras.
Por ejemplo, millones de parejas han celebrado su amor navegando en góndola. La imagen de los gondoleros vestidos con camisetas a rayas está grabada junto a la idea que tenemos de Venecia. Y no me extraña, porque surcar así los canales es una experiencia inolvidable.
En una ciudad con calles de agua, algunos de sus puentes son verdaderos iconos. No sé si habrá dos exactamente iguales, pero pronto vas a perder la cuenta de los que cruzas y también de los que echas en falta.
Porque si te pasa como a mí y tienes un sexto sentido para encontrar callejones, disfrutarás de lo lindo en Venecia.
Las calles menos concurridas te llevarán a rincones que parecen estar esperándote, pues algunas terminan en canales sin puente. Y a veces, cuando crees que tienes que dar la vuelta, descubres un sotoportego que no habías visto y el juego continúa al otro lado del pasadizo o cruzando calles tan estrechas como la de Varisco, en el barrio de Cannaregio.
No hay duda de que el Gran Canal es la principal arteria de Venecia y formará parte de tus recuerdos para siempre. Preciosos palacios de estilo gótico veneciano flanquean sus dos orillas y muchos son hoteles con vistas y restaurantes que no están al alcance de todos los bolsillos.
Otros, como el Palacio Fortuny, no tienen acceso directo al canal y albergan interesantes museos. En este caso, el edificio en sí es tan interesante como su contenido: la obra de Mariano Fortuny y Madrazo, un polifacético artista que innovó en el mundo de la moda.
Los puentes sobre el Gran Canal nos regalan algunas de las postales más bonitas de Venecia. Y aunque sólo son cuatro los que comunican las dos mitades de la ciudad (el Puente de la Constitución, el de los Descalzos, el de Rialto y el de la Academia) merece la pena cruzarlos todos.
Pero si quieres tener la ciudad prácticamente a tus pies, sube la impresionante escalera de caracol del Palacio Contarini del Bovolo o asómate a la terraza panorámica del Fondaco dei Tedeschi. Esta última es gratuita, aunque hay que reservar hora por anticipado, y desde allí tendrás unas vistas inmejorables del Gran Canal.
Pero por mucho que te guste evitar las multitudes, hay lugares de Venecia que debes conocer y uno es la Plaza de San Marcos. Allí está el campanile, que ofrece una vista aérea de 180 grados, la torre del reloj, la basílica… y justo detrás, adosado a la pared del Palacio Ducal, el famoso Puente de los Suspiros.
Ojo porque su verdadera historia no es tan romántica como sugiere el nombre. Pero ver pasar las góndolas por debajo mientras estás en el Puente della Paglia te hará suspirar seguro. Y ya que estás por allí, date un pequeño respiro paseando por los Jardines Reales, que fueron recuperados hace unos años.
Un momento mágico es el atardecer. Que sí, que todos los días se pone el sol, peeeero no siempre puedes verlo en Venecia, ¿verdad?
El problema es que, por mucho que te gusten los atardeceres, es muy probable que pierdas la noción del tiempo. Y lo digo porque a mí me pasó, así que gracias a la pequeña multitud que se reunió en el Puente de Rialto y me hizo mirar al cielo.
Cuando cae la noche, el reflejo de las luces en las oscuras aguas es casi hipnótico. Por eso no hay nada mejor que una cena romántica junto al Gran Canal. Y si decides sentarte en una terraza en invierno, es muy probable que te ofrezcan una mantita para que no pases frío.
La última propuesta que se me ocurre para decir adiós a la Reina del Adriático es asisitir a un espectáculo en el Teatro della Fenice. Su nombre, que significa «fénix», le va que ni pintado porque literalmente ha resurgido de sus cenizas en dos ocasiones desde su inauguración en 1792.
El edificio fue reconstruido respetando el estilo del siglo XIX y es una maravilla. Además en su interior alberga una pequeña exposición dedicada a María Callas, la mejor cantante de ópera del siglo XX.
Cualquiera de estos planes conseguirá que tu estancia en Venecia sea todavía más romántica, pero ten cuidado si no quieres volver a casa con el corazón roto. Porque te conquistará con susurros de agua y ya no podrás olvidarla, así que disfruta del momento.
5 febrero 2023
