El acqua alta en Venecia no es solo el fenómeno relacionado con la subida del nivel del mar. También es una librería única en el mundo donde los libros de segunda mano están acostumbrados a convivir con el agua.

Una vez dentro es fácil entender que se haya convertido en visita obligada para amantes de la lectura y viajeros en busca de rincones con encanto. Además está al lado de un canal al que tiene acceso directo, así que su nombre no podría ser más acertado.

La librería Acqua Alta está en el barrio de Castello, a menos de diez minutos del Puente de Rialto. La entrada principal la encontramos en una placita llamada Campiello del Tintor, en la calle Longa Santa Maria Formosa.

Según he leído, nació con el objetivo de encontrar un lugar para los miles de volúmenes que tenía su propietario. Sin embargo, en Venecia casi es un atrevimiento tener una librería junto a un rio, y ahora vas a descubrir las consecuencias.

Durante los meses de otoño e invierno las inundaciones suelen ser habituales en Venecia y en la librería Acqua Alta han conseguido minimizar sus efectos. Haciendo de la necesidad una virtud, no se conformaron con poner los libros lejos del suelo, sino que tuvieron una ingeniosa idea: Colocarlos en barcas.

Como lo oyes.

De hecho, una góndola divide la estancia principal en dos pasillos que dan acceso a los patios y a otras habitaciones de menor tamaño. Y todo, absolutamente todo, está repleto de libros.

La creatividad en lo que al mobiliario respecta se ha convertido en seña de identidad de la librería, pero no siempre ha sido suficiente para evitar los efectos devastadores de la subida del agua.

Prueba de ello son los tomos de enciclopedias que forman una impresionante escalera desde donde puedes asomarte al canal. A nosotros nos dejó sin palabras, pues no habíamos visto ninguna foto antes de ir, aunque no es lo único que sorprende en este establecimiento.

Si además de los libros te gustan los gatos, en la librería Acqua Alta te sentirás como en casa, porque siempre son bienvenidos. Aunque para mí, lo mejor de la visita fue poder disfrutar de un ratito de lectura mientras el agua se colaba por la puerta de atrás.

No puedo asegurar que sea la librería más bonita del mundo porque las hay para todos los gustos, pero sin duda tiene un estilo único que no deja indiferente a nadie.