La Esperanza fue construida por una empresa catalana en 1947 para la transformación del mineral de cobre que llegaba de Purroy, Biel, Jarque y Rodanas. A comienzos de los años cincuenta pasó a manos de Explotaciones Mineras Aragonesas, que echó el cierre en 1955.
Hay que destacar que, al estar en medio de ninguna parte, tuvieron que proporcionar suministro eléctrico llevando la línea desde Ricla hasta Rodanas. También se habilitó un acceso terrestre, que es el que se usa todavía, desde la carretera A-121 en el tramo de Ricla a Fundejalón.
El proceso para obtener mineral de cobre comenzaba en la parte alta de la ladera, donde la materia prima era pesada y descargada. Una cinta transportadora la llevaba hasta una tolva y luego, tras pasar por la máquina machacadora, iba a un molino de rodillos.
La extracción tenía varias fases: Primero el mineral entraba a un tanque circular (que sigue ahí), donde se mezclaba con productos químicos para separar el cobre. Después se dejaba reposar para que decantara y poder eliminar las impurezas.
A continuación, el producto resultante pasaba a un gran horno donde comenzaba la fundición, que se completaba en otros dos hornos más pequeños. Y finalmente el cobre obtenido era conducido a unas balsas de almacenamiento.
La mina de La Esperanza contaba con un buen número de instalaciones. Algunas tenían un uso meramente industrial mientras que otras estaban ocupadas por los trabajadores, aunque había diferencias en función de su categoría profesional.
Las nueve viviendas que compartían los obreros, que llegaron a superar la treintena, estaban en un edificio alargado hecho de adobe. La del guarda también era modesta pero tenía un pequeño corral, la del encargado contaba con jardín y una fuente, y el laboratorio del químico tenía azulejos en las paredes. Todavía es posible adivinar cuál era cada una.
Ricardo Mateo
Sencilla y buena descripción.
Un entorno poco conocido y que da bastante juego (cuevas, mina, senda Matacabras, cerro Monegré), para todo los niveles. A elegir.
Mª.Victoria B.L.
Muchas gracias por tu comentario.
Como bien dices, es una excursión a la que se le puede sacar mucho partido.