A los pies del Moncayo encontramos Tarazona, una bonita ciudad con más de dos mil años de historia.
Llamada Turiaso por celtíberos y romanos, es un buen punto de partida para recorrer los pueblos del Parque Natural del Moncayo y sus paisajes. Pero primero tienes que cruzar el río Queiles, dar un paseo por su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico Artístico, y descubrir algunos lugares tan únicos como estos:
Si aparcas el coche en el parking de Eguarás, tus pasos te llevarán hacia la antigua plaza de toros de Tarazona. Fue utilizada como coso entre 1792 y 1868, cuando consideraron que el ruedo se había quedado pequeño, y fue en ese momento cuando la Plaza del Prado pasó a llamarse Plaza de Toros Vieja.
Tiene forma octogonal y está formada por treinta y dos viviendas con una zona de presidencia que destaca por su altura. La construcción de esta original plaza posibilitó que la ciudad se expandiera y creciera más allá del núcleo medieval.
El barrio judío incluye las plazas de los Arcedianos, de la Mata y de Nuestra Señora junto con las calles de los Aires, Judería, Rúa Alta de Bécquer y la Rúa Baja, todas estrechas y algo laberínticas. La cuesta de los Arcedianos conecta la judería vieja con la nueva, antiguamente rodeadas por una muralla con puertas que se cerraban al anochecer.
Paseando por esta zona nos encontramos con las casas colgadas, que marcan el límite norte de la judería vieja. Este tipo de construcciones buscaba ganar terreno al recinto amarullado para aprovechar más las viviendas, que pertenecían a familias nobles.
La gran pasión de Paco Martínez Soria (Tarazona, 1902 – Madrid, 1982) fue el teatro, aunque pervive en el recuerdo de varias generaciones de españoles gracias a películas como Don erre que erre, La ciudad no es para mí o La tía de Carlos, por citar algunas.
Existe una ruta turística que recorre los lugares relacionados con su vida, entre los que destaca la casa natal, la plaza que lleva su nombre o el Teatro de Bellas Artes, donde hay una exposición dedicada al actor. El recorrido también incluye localizaciones de Vaya par de gemelos, rodada en Tarazona gracias a su empeño personal.
La catedral de Nuestra Señora de la Huerta (s.XIII) está declarada Bien de Interés Cultural y es conocida como la «Capilla Sixtina del renacimiento español». Su arquitectura gótica guarda cierto parecido con el cercano Monasterio de Veruela y, al igual que la catedral de Teruel, conserva elementos de estilo mudéjar.
Merece la pena acercarse a Tarazona sólo por verla, porque es una joya del patrimonio aragónes. Y si puedes hacer la visita guiada, todavía te sorprenderá más.
Este singular edificio de la Plaza de España nació como lonja y pasó a convertirse en ayuntamiento a medidados del siglo XVII.
La fachada está decorada de arriba abajo con diferentes motivos: escudos, figuras alegóricas, personajes mitológicos relacionados con la fundación de la ciudad… Y tiene una galería en la planta más alta cuyos arcos imitan a los del claustro de Veruela.
Justo enfrente del Ayuntamiento verás una escultura dedicada al Cipotegato y en el suelo un texto de Bécquer, a quien sus paseos por Tarazona le recordaban a Toledo.
Podría continuar hablando del Palacio Episcopal, de la iglesia de Santa María Magdalena y su torre, del nacedero del Ojo de San Juan, de los restos de las murallas, de Hércules y Caco, de los conventos, de la vía verde del Tarazonica…
Porque hay tanto que ver en Tarazona que no basta con asomarse a sus miradores para conocerla.
24 marzo 2023
