Ruta por las mejores chocolaterías de Bruselas
Si el cacao es tu pasión, Bruselas está destinada a convertirse en una de tus ciudades favoritas, porque está considerada la capital mundial del chocolate. Los escaparates de sus chocolaterías son un placer para la vista, y una vez dentro de cualquier tienda, es casi imposible marcharse sin comprar alguna de sus especialidades.
Sin embargo, antes de aventurarte a buscar tu chocolate belga favorito, tienes que saber varias cosas. La primera es que, en general, no es barato, pero hay una gran diferencia de sabor y calidad entre los bombones artesanales y los industriales, que obviamente tienen un precio más asequible.
Para empezar a abrir boca, aquí tienes una selección de chocolaterías muy especiales:
NEUHAUS
Galerie de la Reine, 29
Si hablamos de chocolaterías en Bruselas, hay que empezar por la Neuhaus y remontarnos a mitad del siglo XIX, cuando un farmaceútico llamado Jean Neuhaus tuvo una brillante idea.
Se le ocurrió recubrir las medicinas con una fina capa de chocolate para que tuvieran un mejor sabor, una singular iniciativa que encantó a sus clientes.
También sirvió de inspiración a su nieto, Jean Neuhaus junior, y a su esposa Louise, que revolucionaron el mundo del chocolate allá por 1912. Él fue quien creó el praliné belga original y ella inventó el ballotin, que es la tradicional cajita donde se sirven los bombones.
LEONIDAS
Rue au Beurre, 34
Leónidas fue un rey espartano que pasó a la historia por su valor en la batalla de las Termópilas. Una estatua lo recuerda cerca del lugar donde todo ocurrió, y en las tardes de verano, cuando el calor aprieta, las cigarras allí cantan tan fuerte que harían enmudecer al mismísimo Jerjes I.
Cuento esto porque Leónidas también era el nombre del fundador de esta chocolatería, que tiene como emblema la imagen del guerrero.
Desde entonces, lo que fuera una pequeña empresa familiar ha sabido conquistar el mundo gracias a la buena relación calidad/precio de sus chocolatinas napolitanas, pralinés, barritas, tabletas de chocolate y demás productos.
GODIVA
Grand Place
Godiva está a punto de cumplir su primer centenario como chocolatería, pues abrió sus puertas en 1926. Joseph Draps, su fundador, eligió el nombre en honor de lady Godiva, famosa por su belleza y su bondad.
El establecimiento de la Grand Place fue el primero de la marca, y además de sus chocolates gourmet, tienes que probar las deliciosas trufas.
Los pralinés de Godiva son de lujo y también hacen bombones de temporada e incluso ediciones limitadas en fechas señaladas. Así que, si pasas por alguna tienda Godiva en San Valentín, seguro que te sobran ideas para regalar o regalarte.
FILIP MARTIN
Rue au Beurre, 30
Joven chocolatería cercana a la Grand Place en la que encontrarás tabletas de chocolate y packs de bombones a precios bastante asequibles.
Si quieres llevarte un recuerdo tangible de tu visita a las boutiques del chocolate, en Filip Martin puedes comprar las típicas casitas belgas. Las hay de distintos tamaños y precios y van llenas de bombones de chocolate, así que son el souvenir perfecto de Bruselas.
PLANETE CHOCOLAT
Rue du Lombard, 24
Esta pequeña chocolatería llena de encanto tiene un gran surtido de deliciosos chocolates artesanales. El obrador está en la misma tienda y Planete Chocolat te ofrece la posibilidad de descubrir cómo elaboran sus productos.
También puedes convertirte en maestro chocolatero por un rato y crear tus propios pralinés gracias a su taller de chocolate (más actividades y reservas aquí).
Entre sus productos más populares están las flores de chocolate y también tienen bombones sin azúcar. Pero si ya has comido suficiente chocolate y buscas algo original, tienes que probar los cosméticos de chocolate.
ELISABETH
Rue au Beurre, 43
De todas las chocolaterías que visitamos en Bruselas (que fueron muchas), Elisabeth ocupa un lugar especial en mi corazón gastronómico. Tiene varias tiendas en distintas ciudades de Bélgica, todas en locales pequeñitos y acogedores cuyas estanterías de madera recuerdan otros tiempos, y su personal es muy amable.
Si tuviera que elegir mi producto favorito de Elisabeth, me quedaría con sus pequeños bombones en forma de granos de café. Son deliciosamente adictivos y te aseguro que no querrás compartirlos con nadie.
Como ves, en Bruselas hay numerosas chocolaterías y algunas cuentan con varias boutiques por la ciudad, así que resulta casi imposible visitarlas todas en un solo viaje.
Las más famosas están en el entorno de la Grand Place pero no suelen tener mesas para sentarte a consumir en su interior. Sin embargo, también hay muchas cafeterías donde refugiarte del frío (o del calor) y degustar los típicos gofres belgas y otros dulces.
Mi recomendación es una pastelería con cierto toque francés llamada Aux Merveilleux de Fred, en la Rue du Marché aux Herbes, 7 y en Rue Auguste Orts, 23. Si entras una vez, seguro que repites.