Aínsa es un precioso pueblo medieval de la comarca del Sobrarbe (Huesca) que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965 y además está incluido en la lista de Los Pueblos Más Bonitos de España.
Forma parte del municipio de Aínsa-Sobrarbe, compuesto por 22 localidades más, y su pasado está ligado a la historia de Aragón. De hecho, la cruz sobre la carrasca símbolo del Sobrarbe (cuya leyenda nació aquí) también aparece en el escudo de Aragón.
Aínsa está situada a unas dos horas de Zaragoza siguiendo la E-7/A-23 y la N-260 en dirección Sabiñánigo, Yebra de Basa y Fiscal. La carretera atraviesa la parte más nueva del pueblo y cruza el puente sobre el río Cinca muy cerca de su confluencia con el Ara.
Además de destacar por su patrimonio, ocupa el centro del triángulo formado por tres importantes enclaves pirenaicos: El Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara, el Parque Natural Posets-Maladeta y el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Así que, una vez recorrida la villa, no te faltarán ideas para hacer excursiones por los alrededores.
El casco antiguo de Aínsa es un monumento en sí mismo y pasear entre sus casas te hará viajar en el tiempo.
Tras dejar el coche en uno de los aparcamientos que hay junto al puente, en la parte baja del pueblo, entramos a la Oficina de Turismo de la Avenida de Ordesa. Allí nos indicaron el comienzo de una escalinata cercana que nos llevó directamente hasta el Portal de Afuera.
A pocos metros del Portal de Afuera está la Plaza de San Salvador y el Museo de Oficios y Artes Tradicionales, que tiene unas elegantes ventanas con parteluz.
De este punto arrancan (o convergen, según se mire) las dos vías principales: La calle Mayor y la Calle Santa Cruz, que nos conducirán hasta una de las plazas más bonitas de España.
Te encantará pasear entre los pintorescos edificios, detenerte ante sus floreados portales y entrar en alguno de sus comercios.
La piedra es el elemento común, pero la gente adinerada vivía en la Calle Mayor y el pueblo llano en la Santa Cruz. Si te fijas un poco, en ambas descubrirás curiosos elementos decorativos como los llamadores de puertas, los espantabrujas, los enrejados…
En muchos rincones de Aragón, una Casa es mucho más que un edificio donde vivir; Son los miembros de una familia, sus propiedades, su historia…
En Aínsa destacan dos que fueron construidas en el siglo XVI: la Casa Arnal y la Casa Bielsa con su escudo.
Antiguamente solo un recinto amurallado protegía la villa y a sus habitantes. Fue entre los siglos XIV y XV, coincidiendo con la construcción de la plaza, cuando se levantó una segunda muralla que se unió al castillo ampliando la zona fortificada.
Hoy en día, la muralla se mimetiza con las viviendas que se adosaron en su cara interna, pero todavía podemos cruzar cinco de las siete puertas que la cerraban. Así que apunta, porque seguro que pasas por todas: Portal de Afuera, Portal Alto, Portal de Tierra Glera, Portal del Callizo y Portal Alto.
En la Edad Media, Aínsa contaba con dos iglesias: La de Santa María y la de San Salvador, que ocupaba la plaza que lleva su nombre y no ha llegado hasta nuestros días.
La Iglesia de Santa María (s.XII) es un sobrio edificio románico que fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. Se restauró en los años 70, pero conserva todo su carácter original.
La torre mide 30 metros y destaca sobre el resto de construcciones de la villa. Desde arriba hay una bonita panorámica, así que te recomiendo que subas cuando se retomen las visitas.
Lo primero que llama la atención al llegar a la Plaza Mayor, que data de los siglos XII y XIII, es su gran tamaño. Lo segundo, las dos hileras de casas sobre sendas arcadas que guían la mirada hacia la entrada del castillo.
El lateral más próximo a la torre de la iglesia lo ocupa el Ayuntamiento, testigo de mercados y celebraciones como La Morisma o La Ferieta, por citar algunas.
En Aínsa hay un buen número de bares, restaurantes y pequeñas tiendas donde comprar recuerdos y productos típicos del Sobrarbe.
Si decides sentarte en alguna de las terrazas de la Plaza Mayor, te propongo que observes con atención sus arcos e intentes encontrar dos iguales. Es difícil, ¿verdad?
El castillo de Aínsa fue construido entre los siglos XI y XVII y originalmente estaba rodeado por un foso que se cruzaba por medio de un puente levadizo.
Su patio de armas es enorme y es posible subir a la muralla para recorrer el paseo de ronda. Si miras al norte tendrás una vista privilegiada de la Peña Montañesa (2295m) y desde el muro sur verás el río Ara.
En el recinto encontrarás otra oficina de turismo y el Espacio del Geoparque Sobrarbe-Pirineos, con una exposición sobre la evolución geológica de la zona (entrada gratuita).
En la esquina suroeste está la Torre del Homenaje, que tiene forma pentagonal para una mejor función defensiva, y el Eco Museo de la Fauna Pirenaica. Esta visita es muy recomendable, sobre todo si vas con niñ@s.
Antes de irte del castillo, fíjate en la antigua nabata, que es una barca hecha con troncos. Hasta mitad del siglo XX se usaban para trasladar la madera desde las montañas hasta el Ebro por medio de sus afluentes. Sin embargo, con la construcción de los pantanos y la aparición de los camiones, esta práctica cayó en desuso.
17 octubre 2020
