Enamorados en el Empire State Building
Hay lugares con fama de románticos y otros que nos han ido conquistando página a página, fotograma a fotograma.
Para mí, el mejor ejemplo es Nueva York, una ciudad donde todo parece superfluo, ostentoso, cambiante… Y sin embargo, cuando las luces de Manhattan te guiñan el ojo, sólo puedes sonreír y hacerle un hueco en tu corazón.
Es maravilloso estar allí y sentirte como si no fuera la primera vez. Pasear en un déjà vu permanente. Descubrir que las mismas razones que te hacen seguir adelante te empujan a cambiar de dirección…
Y en parte es gracias al cine, que ha forjado su leyenda a golpe de escenas inolvidables, muchas de ellas protagonizadas por un rascacielos icónico: El Empire State Building.
La silueta de este edificio está grabada en la retina de varias generaciones de cinéfilos, que no pueden marcharse de Nueva York sin visitarlo. Quizás sea porque el ESB tiene algo que enamora por dentro y por fuera e incluso hay parejas que sueñan con casarse allí el día de San Valentín.
«Cuando las luces de Manhattan te guiñan el ojo, sólo puedes sonreír y hacerle un hueco en tu corazón»
Ya sea como escenario principal o como mero figurante, el Empire State Building aparece en cientos de series y películas, algunas tan taquilleras como King Kong, Independence Day, Spiderman.
Pero si hay un título que llevó al Empire State Building al Olimpo de los romances cinematográficos es “An Affair to remember” (1957), conocida como “Tú y yo” en España.
La historia comienza a bordo de un crucero, donde Terry McKay (Deborah Kerr) y el famoso playboy Nicky Ferrante (Cary Grant) se conocen y entablan amistad. A lo largo de la travesía se dan la réplica con ingenio y lidian con los cotilleos del resto de los pasajeros mientras se enamoran irremediablemente.
Sin embargo, cuando el barco llega a Nueva York deciden separarse para poner sus vidas en orden antes de reencontrarse lo más cerca del cielo posible. Es decir, en lo alto del Empire State Building, porque ningún edificio lo superó entre 1931 y 1971.
«Tú y yo» consiguió que este rascacielos de estilo art decó se convirtiera en un destino soñado para enamorados de todo el mundo. Y sólo se me ocurre una cosa más romántica que tener una cita en sus miradores, y es llegar hasta allí con la persona que quieres.