Añón de Moncayo es uno de los pueblos de la comarca de Tarazona y el Moncayo. Está situado en el valle del río Huecha, a 18km al sur de Tarazona y a 85km de Zaragoza, y su término municipal incluye una parte del Parque Natural del Moncayo.
Sin duda, la naturaleza es el principal reclamo para visitarlo. Lo que mucha gente no imagina es que por las calles medievales de Añón de Moncayo pasaron grandes poetas.
Añón del Moncayo formó parte de la línea defensiva que separaba los reinos de Castilla y de Aragón en la Edad Media. De aquellos tiempos convulsos queda el castillo de los Comendadores (s.XII), que fue destruido durante la guerra de los dos Pedros y vuelto a reconstruir.
La fortaleza tiene cuatro torreones cuadrados y ocupa ocupa la parte más alta del pueblo. Actualmente está ocupada por viviendas particulares y un hotel de estilo medieval, pero puedes asomarte al patio, llamado plaza Trinquete.
Es muy fácil de encontrar, ya que sólo tienes que cruzar el arco de medio punto que hay bajo la torre donde está el hotel. Sus vecin@s han sabido cuidarlo y llenarlo de color con enormes hortensias y plantas trepadoras que llegan hasta las almenas dándole un aire de cuento.
Adosada al castillo está la iglesia de Santa María (s.XVII) que, al igual que el castillo, perteneció a la orden de San Juan de Jerusalén. Las dos portadas formaban parte de la iglesia románica anterior (s.XIII) y añaden historia a la plaza donde se recuerda a dos poetas que visitaron el pueblo.
Uno de ellos fue el marqués de Santillana (1398-1458), quien dedicó un poema a una moza de Añón que se resistió a sus encantos. El otro es un busto de Bécquer (1836-1870), que conoció el lugar cuando estuvo alojado en la hospedería del Monasterio de Veruela con su hermano Valeriano.
En Añón de Moncayo las casas nobiliarias se mezclan con otras más humildes y la piedra contrasta con el verde de la hiedra. Seguro que las calles empinadas y sus escalinatas te llevarán a descubrir rincones donde apetece detenerse.
Otro nexo de Añón con su entorno es una original iniciativa que ha convertido varias casas en mosaicos que hacen referencia a sus tradiciones. Los encontrarás de camino hacia el portal de la Virgen del Río que formaba parte de la antigua muralla.
Como bien recuerda el enorme mural de la plaza del ayuntamiento, Añón de Moncayo mira hacia el futuro, pero no olvida su pasado. Prueba de ello es la exposición del Centro de Interpretación, situado en los bajos de la casa consistorial.
Allí se recuerdan actividades y oficios propios de la zona, como la producción de carbón vegetal. También se pueden ver utensilios de uso cotidiano y elementos naturales, además de varios paneles que ayudan a comprenden el uso que los habitantes del Moncayo daban a sus recursos.
En el Centro de Interpretación te informarán de las excursiones que puedes hacer por los alrededores y te aconsejarán sobre las más apropiadas para tus peques.
El paseo más sencillo consiste en bajar por el portal de la Virgen del Río o del Lugar y llegar hasta el puente medieval que cruza el Huecha. Muy cerca está el área recreativa de Las Cuevas donde hay varias mesas con bancos.
También puedes seguir el sendero AG-3, un recorrido circular dedicado a las labores tradicionales que te llevará hasta un antiguo tejar y una carbonera restaurada. El carbón se utilizaba como combustible para las ferrerías del Moncayo, a las que también llegaba el mineral que se extraía en las minas cercanas y de otros pueblos como Calcena.
Las vistas de las cercanas Peñas de Herrera te acompañarán en tus paseos por los alrededores de Añón de Moncayo, un pueblo pequeño donde se respira tranquilidad y se escuchan ecos de poesía.
25 febrero 2021
