Cueva del Oso Cavernario (Tella)

Rodeada de un impresionante paisaje natural y muy cerquita de Tella (Huesca) está la Cueva del Oso Cavernario.

Es una actividad muy completa porque incluye un museo, un recorrido senderista y la visita al interior y exterior de la cueva. Así que toma nota de este plan tan chulo para tu próxima escapada a la comarca del Sobrarbe.

El Museo del Oso ocupa la Casa del Molino de Tella, un edificio de piedra que está a la entrada del pueblo, frente a la iglesia de San Martín.

Lo que más impresiona es el enorme esqueleto de oso de las cavernas que recibe a los visitantes. También hay que destacar las vitrinas con restos encontrados en la excavaciones realizadas en la cueva desde mediados de los años 90 y los paneles informativos.

Tras ver el museo y siguiendo las instrucciones del guía, hay que conducir unos dos kilómetros por un camino sin asfaltar. Una vez en la zona de parking tendrás unas vistas espectaculares de la garganta de Escuaín, el Castillo Mayor y la Peña Montañesa.

Caminando unos quince minutos y ya con el casco y el frontal que facilita el guía, llegamos a la entrada de la cueva. No tardamos en adentramos en la tierra sintiéndonos como auténticos espeleólogos. Pero hay que tener cuidado con la cabeza en algunos tramos.

La cueva está a 1600 metros de altitud y es el yacimiento de oso de las cavernas más alto que se ha encontrado en Europa occidental.

Mientras avanzamos hacia su interior, el guía va contando cosas sobre el lugar y las formaciones geológicas típicas de suelos calizos que vamos viendo.

En seguida llegamos al lugar donde se han encontrado los huesos de oso cavernario. Nada más y nada menos que 4.000 restos óseos pertenecientes a 36 de estos plantígrados hallados en sucesivas excavaciones.

Estos animales, mucho más grandes que el oso pardo y prácticamente vegetarianos, venían a hibernar a esta cueva. Se cree que el cambio climático producido en la última glaciación (hace unos 20.000 años) fue decisivo para que se produjera su extinción, y aquí aparecieron sus restos.

Nos detenemos en el mismo lugar donde está el yacimiento y allí tenemos la oportunidad de tocar una vértebra de oso cavernario.

Pero lel recorrido por la gruta no termina con esta sorpresa, porque todavía queda por escuchar una curiosa historia inspirada por unas «huellas» muy especiales.

En unos cinco minutos caminando desde la guarida del oso cavernario llegamos a la Cueva de Coro Trasito. En este lugar se han encontrado restos de ocupaciones humanas que datan de la Edad de Bronce y del Neolítico antiguo. En el momento de nuestra visita no se estaba trabajando en el yacimiento y las zanjas estaban cubiertas por lonas.

Durante media hora pudimos descubrir cómo vivían nuestros antepasados prehistóricos, a qué se dedicaban, qué herramientas utilizaban, qué comían… Y algunos datos que nos resultaron muy interesantes.