Escapada al Matarraña

La comarca del Matarraña está situada al este de la provincia de Teruel. Recibe su nombre del río Matarraña, un afluente del Ebro, pero no es el único cauce que atraviesa su territorio.

De hecho, el agua tiene gran protagonismo en muchos pueblos y se convierte en un atractivo turístico más durante todo el año. Aunque, como es lógico, hay menos caudal los meses de verano.

Los dieciocho municipios del Matarraña son: Arens de Lledó, Beceite, Calaceite, Cretas, Fórnoles, Fuentespalda, La Fresneda, La Portellada, Lledó, Mazaleón, Monroyo, Peñarroya de Tastavins, Ráfales, Torre de Arcas, Torre del Compte, Valdeltormo, Valderrobres y Valjunquera.

Esta comarca invita a viajar en modo slow, y como era de esperar, en cinco días no nos dio tiempo de verlo todo. Pero aquí tienes un pequeño resumen de cada uno de los pueblos que visitamos.

Arens de Lledó está situado en una ladera en el valle del río Algars, que es afluente del Matarraña. Su cauce discurre junto al municipio y sirve de frontera natural entre Aragón y Cataluña.

En el kilómetro 8 de la carretera A-1413 que une Cretas (donde sólo vimos el parque) y Calaceite, está la Ruta de los Túmulos. El camino discurre entre campos de cereal, olivares y pinares, y conduce hasta varios de los monumentos funerarios íberos más antiguos que se conocen.

Los dos primeros tienen acceso adaptado para personas con movilidad reducida. Sin embargo, para ver los siguientes túmulos es necesario internarse en la naturaleza, al igual que ocurre para llegar a los grabados rupestres de Mas d’en Jerra.

Fuimos a Beceite expresamente para hacer la ruta del Parrizal (puedes informarte y comprar el ticket aquí) y la verdad es que nos encantó. Tardamos unas 3 horas (ida y vuelta) haciendo una pequeña parada para almorzar y las fotos de rigor, porque el entorno es precioso.

Hay varios tramos con pasarelas de madera (sin parapeto) que discurren junto al río y son muy cómodos de recorrer. Pero también tendrás que andar por senderos y caminos de tierra, así que ponte calzado adecuado.

Mi consejo es ir por la mañana, sobre todo en verano, mejor entre semana para evitar aglomeraciones. Y después de hacer la ruta, nada mejor que un baño en la piscina natural de l’Assut (parking incluido en la entrada al Parrizal).

Calaceite fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1973, es Bien de Interés Cultural y uno de Los Pueblos más Bonitos de España.

Destaca la arquitectura de su Plaza de España, con soportales donde solía celebrarse el mercado. También llama la atención el ayuntamiento (s.XVII), las casas señoriales, los portales de la antigua muralla y la casa del justica, situada frente a la iglesia parroquial.

Además, si te interesa la historia puedes completar tu paseo acercándote al poblado ibérico de San Antonio, que fue excavado entre 1903 y 1919.

Fuentespalda está situada en lo alto de una loma, junto a la carretera que une Monroyo con Valderrobres. Cuando pasees por el pueblo seguro que te detienes a ver la iglesia gótica y el ayuntamiento, que se adapta a las calles con las que hace esquina.

También cuenta con un cementerio medieval compuesto por catorce estelas discoideas decoradas con distintos símbolos. Este conjunto, que por sus características tiene gran valor artístico e histórico, está considerado uno de los más completos de la comunidad autónoma.

La Fresneda te conquistará en cuanto llegues a la calle Mayor, con su hilera de casas porticadas que dan acceso a la judería.

La plaza tiene forma triangular y alberga varios edificios de interés arquitectónico. Uno de ellos es el ayuntamiento (s.XVI), declarado Bien de Interés Cultural, cuya fachada luce varias gárgolas. Merece la pena contratar la visita guiada en la oficina de turismo, que también incluye las cárceles y la cercana capilla del Pilar.

En la parte alta del pueblo están los restos del castillo, que fue construido sobre un antiguo asentamiento íbero y también está declarado Bien de Interés Cultural.

Peñarroya de Tastavins ocupa una posición privilegiada cerca del río Tastavins. Para descubrir este Pueblo Mágico de España, lo mejor es dejar el coche en la parte baja y pasear tranquilamente.

Sus calles estrechas y empinadas esconden rincones con encanto, casas con aleros y balcones de madera y un céntrico lavadero público que todavía se utiliza. Lo que nos sorprendió fue encontrar una cabina teléfonica en la plaza de la iglesia y tocó contarle a la peque cómo se utilizaba aquella reliquia.

No te puedes marchar de Peñarroya de Tastavins sin ver el Santuario de la Virgen de la Fuente. Este complejo formado por dos ermitas, una hospedería y una fuente de 15 caños es el lugar ideal para hacer un alto en tu ruta por el Matarraña.

La plaza Mayor de Ráfales tiene forma de L, con una zona elevada y otra más baja, que es donde están la fuente (s.XVIII) y la iglesia. Desde allí hay una bonita panorámica de los soportales y el ayuntamiento (s.XVI), que está adosado a la antigua muralla.

Ráfales es pequeño pero tiene rincones llenos de encanto: Pórticos, portales, balcones y puertas con macetas y flores… Además, a unos minutos del casco antiguo está el jardín botánico que incluye plantas medicinales y tiene unas vistas estupendas del pueblo.

Valderrobres es otro de los Pueblos más Bonitos de España que podemos visitar en la comarca del Matarraña.

Para acceder al casco antiguo hay que cruzar el río Matarraña por un puente de piedra que conduce al portal de San Roque, que era una de las siete puertas que tenía la muralla. Esta es la imagen más reconocible del municipio, que irás descubriendo poco a poco mientras asciendes hacia la parte alta.

Seguro que te detienes a admirar las fachadas renacentistas de algunas viviendas que tienen nombre propio. Y al final de las escaleras o de las cuestas (depende del camino que elijas) encontrás la iglesia de Santa María la Mayor y el Castillo del Arzobispo, declarados Bien de Interés Cultural.

Por cierto, ¿sabías que al Matarraña lo llaman «La Toscana española»? Pues sí. Este sobrenombre tan evocador nos hace pensar en campos de cereal, olivos milenarios y pueblos tan bonitos como los que puedes visitar por la comarca.

Aunque la comparación es muy acertada, resulta inevitable reivindicar el carácter propio del Matarraña. Porque la Toscana deja huella, pero el Matarraña también y está mucho más cerca, ¡así que anímate a conocerlo!