Tras una visita a la oficina de turismo de Jaca, donde nos recomendaron varios recorridos a pie adecuados para hacer en familia, dejamos atrás el pueblo de Aísa y continuamos por la carretera que discurre hacia el norte paralela al río Estarrún. Al llegar al área recreativa de Abi aparcamos el coche junto al panel informativo que hay frente al merendero.
Cruzamos el río por un pequeño puente de madera del que parte un sendero que se adentra en un frondoso bosque y, siempre siguiendo las marcas del S-8, comenzamos el recorrido. El paisaje es precioso y la señalización era buena, pero es una ruta demasiado exigente para una niña pequeña (4 años), así que nos dimos la vuelta tras media hora de ascenso.
Al regresar al puente de madera dimos un paseo por otro camino mucho más llano que arranca hacia la derecha, y después nos dedicamos a disfrutar tranquilamente del río, que tenía poco caudal y se podía cruzar saltando de piedra en piedra.
Si vas con niños más mayores y acostumbrados a caminar por la montaña, no deberías tener problemas para completar la ruta circular.
Para hacerlo continúa por el sendero S-8 hasta pasar junto a una cueva que servía de refugio para los pastores del valle. Más adelante llegarás al Collado de Abi, donde queda atrás el hayedo y se extiende una pradera conocida como los Llanos del Abi, con muy buenas vistas del valle del Estarrún.
A partir de ahí, el sendero va perdiendo altura hasta convertirse en una pista forestal que conduce al punto de partida.