Al salir de la carretera seguimos el camino hasta la zona de aparcamiento señalizada, donde arranca un sendero fácil de transitar que enseguida nos lleva hasta el primer puentecito de madera.
Estamos en el Barranco de Val de Plata y es frecuente encontrar arroyos más o menos caudalosos, sobre todo en época de lluvias. Tras un día de lluvia es posible que baje agua por algún tramo del sendero, pero no te preocupes porque se han construido varios puentes más para que no tengas que mojarte los pies.
A l@s peques les encantan estas pasarelas y llevar la cuenta de las que han cruzado les mantiene entretenid@s. Así que, casi sin darte cuenta, llegarás a los primeros restos del complejo minero.
Las construcciones que vemos ahora son de finales del siglo XIX. Algunos edificios eran viviendas para los mineros, que trabajaban en turnos de doce horas al día. Otros eran caballerizas, lavaderos, almacenes o laboratorios, pero todo está en estado de ruina actualmente.
El camino continúa más allá de la hilera de casitas y a lo largo de todo el paseo verás rosales silvestres, romero… y carrascas que han crecido en lugares imposibles.
Si quieres completar la visita puedes volver a la carretera que va a Calcena y conducir unos 3km, hasta el desvío que marca la Fundición, que se ubicó en la confluencia del Barranco de Valdeplata con el río Isuela.
Al igual que la Fundición y la cercana cascada del Salto del Batán, la ruta hasta el complejo minero ha estrenado señalización y nos ha parecido todo un descubrimiento.
Vero
Muy bien explicado. Muchas gracias por compartirlo. Espero poder hacerla. Un saludo
Mª.Victoria B.L.
Gracias a ti por leerlo. Es un paseo muy bonito, seguro que te gusta.