El corazón de Chodes, como el de muchos otros pueblos de nuestra geografía, es su plaza. Sin embargo, ésta tiene algo que la hace un poquito más especial.
Si te estás preguntando qué es, sigue leyendo. Porque hoy damos un paseo por este peculiar rincón de la comarca de Valdejalón (Zaragoza) que fue declarado Monumento Arquitectónico en 2002.
Chodes se encuentra a 67km de Zaragoza. Para llegar hay que atravesar Morata de Jalón, cruzar las vías del tren y seguir 1’5 km por la A-2302 en dirección a Arándiga.
Las primeras referencias que existen sobre la localidad datan del año 1131, cuando sus habitantes vivían en torno a la fortaleza situada en la Peña de Iodos. De aquel castillo medieval que está declarado Bien de Interés Cultural todavía puede verse parte de la muralla y una torre.
Pero ese lugar fue abandonado en el siglo XVII y los chodinos se trasladaron al llano, más cerca de sus huertas y del río.
La carretera lleva directamente hasta la plaza de España de Chodes y atraviesa de lado a lado este monumento de gran valor arquitectónico e histórico.
Fue Francisco Sanz de Cortes, conde de Morata, quien mandó construirla, y encargó el proyecto al arquitecto Juan de Marca. Éste ya había construido el cercano puente de Capurnos y el palacio de Morata de Jalón, y contó con el maestro de obras Julián de Yarza para crear la nueva población de Chodes.
La obra finalizó en 1678 y costó 6000 libras jaquesas. Pero lo que convierte a esta plaza en un tesoro del barroco es su forma ochavada.
Según la RAE, esto significa que tiene ocho ángulos iguales y ocho lados también iguales cuatro a cuatro y alternados. O sea, que es una plaza poligonal de gran simetría que además se ha conservado perfectamente a lo largo de los siglos.
La plaza ochavada se creó para albergar a los habitantes del viejo Chodes, que había perdido mucha población tras la expulsión de los moriscos. Para su construcción se aprovecharon materiales de los edificios abandonados, razón por la que apenas queda nada en torno a su antigua fortaleza.
Veinticuatro casas de dos plantas dan forma al espacio, todas con corral, falsa, bodega y un pequeño balcón. Estas viviendas no tardaron en ser solicitadas por 17 jornaleros que se instalaron en el nuevo Chodes y dieron vida al pueblo.
Lo que seguro que no imaginaban es que, casi cuatro siglos más tarde, este lugar sería un original reclamo turístico.
Inicialmente se podía entrar a la plaza por cuatro portadas con forma de arco orientadas hacia cada punto cardinal. Sin embargo, el hueco de la puerta este se destinó a la iglesia de San Miguel (s.XVII), que es tan estrecha como cualquier casa.
En la entrada norte está el Ayuntamiento, donde hay una placa que nos recuerda que aquí se celebra la carrera más antigua de Aragón: El mundial del pollo. Hay evidencias de que se corre desde 1907, pero se cree que la tradición comenzó en el siglo XIX coincidiendo con el auge de este tipo de competiciones.
En la fachada del arco sur, algo dañada por el paso del tráfico, hay un reloj solar, y frente a la torre de ladrillo de la iglesia verás el tercer acceso.
Hasta hace poco todo el tráfico de la A-2302 atravesaba la plaza, incluyendo vehículos voluminosos que en ocasiones causaban desperfectos en los arcos. Pero la apertura de la nueva variante ha servido para desviarlos fuera de la localidad con el fin de evitar el deterioro de este monumento único en Aragón.
Así que, la próxima vez pases por Chodes, no dudes en detenerte a conocer el pueblo y descubrir su famosa plaza ochavada.
Después de dar una vuelta por la localidad puedes acercarte hasta el Puente de Capurnos (s.XVII) para cruzar el río Jalón. Está a unos 15 minutos de la plaza ochavada y es un paseo ameno y facilito para hacer con peques.
En el término municipal de Chodes se encuentra el despoblado de Villanueva de Jalón, una excursión que no te dejará indiferente. Y si prefieres disfrutar de la naturaleza, no te pierdas el paraje geológico de Las Torcas, una zona muy frecuentada por amantes de la escalada.
26 mayo 2021
