El sonido de Salzburgo (Austria)
Si hay una ciudad europea donde cualquier amante de la música sería feliz, sin duda es Salzburgo.
Aquí nació el gran Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y su casa, convertida en museo, es lugar de peregrinación para melómanos de todo el mundo. La colección que verás allí incluye manuscritos originales, retratos e incluso alguno de sus instrumentos musicales. Y todo ello en un ambiente que te traslada directamente al siglo XVIII.
También es la cuna de Herbert von Karajan (1908-1989), probablemente el director de orquesta más famoso del mundo (con permiso de Luis Cobos y su melena, claro).
Además, el casco antiguo es Patrimonio Cultural de la Humanidad, y cada verano desde 1920, sus calles son el escenario del Festival de Salzburgo. A pesar de la pandemia, en el año de su centenario han querido mantenerse fieles al espíritu del evento, y el sonido de los aplausos ha alegrado la ciudad austriaca.
Puede que seguir las huellas de Mozart no te parezca suficiente razón para considerar a Salzburgo un destino musical de primer orden. No pasa nada, porque un paseo por las localizaciones de la película «Sonrisas y Lágrimas» (1965) acabará de convencerte.
SONRISAS Y LÁGRIMAS
«Sonrisas y Lágrimas» fue el título en nuestro idioma de la película «The Sound of Music» (El Sonido de la Música), rodada en Salzburgo.
Recorrer sus escenarios es un imán para las 300.000 personas que visitaban cada año el cercano Palacio de Leopoldskron, la abadía Nonnberg o la escuela de equitación, donde tiene lugar el festival de canto.
Compás tras compás, los von Trapp también nos llevan hasta el bonito abrevadero de caballos, la Residenzplatz o el cementerio de St. Peter. Pero si hay un lugar en Salzburgo que nos hace sacar a la Julie Andrews que llevamos dentro, son los Jardines del Palacio de Mirabell.
LOS JARDINES DE MIRABELL
El Palacio de Mirabell se construyó en 1606 por orden del príncipe-arzobispo que gobernaba Salzburgo en aquella época. Lo hizo por amor, y su fastuoso Salón de Mármol fue testigo de la genialidad de Mozart y se ha convertido en el salón de bodas más bonito del mundo.
Pero es en sus jardines donde resuena la canción “Do, Re, Mi“ de «Sonrisas y Lágrimas». Ya sabes, «DOn, es traaato de varón, REs, selvático animal…» (Es imposible olvidar la melodía, aunque la traducción al castellano está un poco pillada por los pelos 😉 ).
Hacia el final de la canción, los hermanos von Trapp y su institutriz bailan alrededor de la Fuente de Pegaso y ponen fin a su paseo por Salzburgo cantando en la escalinata de los unicornios.
Si algún día decides visitar Salzburgo y quieres ver los Jardines de Mirabell en todo su esplendor, hazlo en primavera o verano, cuando las flores llenan de color los parterres. Y mientras tanto, ya tienes excusa para sentarte con tus hij@s a ver este clásico de la historia del cine.
LA HISTORIA REAL
Mucha gente no sabe que la novicia María y la familia von Trapp existieron en la vida real y, al igual que en la película, vivieron en Salzburgo. Las similitudes son muchas, pero no todo pasó exactamente como se cuenta en la versión cinematográfica (recuerda que Hollywood es una fábrica de sueños).
Por ejemplo, el primogénito era un chico y su profesor de canto fue un sacerdote (no la aspirante a monja). Y aunque es cierto que tuvieron que huir de los nazis, no lo hicieron cruzando las montañas, sino cogiendo un tren.
Pero la mayor diferencia está en la figura de Georg von Trapp (el padre interpretado por Christopher Plummer). Todo apunto a que en realidad fue un hombre mucho más majete y cariñoso con sus hij@s que la auténtica María. De hecho, él tiene una calle dedicada en Salzburgo, mientras que no hubo unanimidad para que su segunda esposa recibiera tal honor.
Si te estás preguntando si los verdaderos protagonistas se casaron, la respuesta es sí, e incluso tuvieron más hijos (increíble, lo sé). Acabaron emigrando a América, donde su fama como cantantes continuó y hasta colaboraron en un disco de Navidad de Elvis Presley.
Puede que esta historia se hubiera olvidado si María von Trapp no la hubiera contado en un libro titulado “The Story of the Trapp Family Singers”. La idea se le ocurrió en 1947, cuando enviudó del capitán y se quedó sola con un montón de niñ@s.
Tras convertirse en un éxito de ventas, fue adaptado en dos películas austriaco-alemanas. En ellas se basó el exitoso musical de Broadway «The Sound of Music», que a su vez dio origen al film de Hollywood.
Lo cierto es que en Austria «Sonrisas y Lágrimas» no gustó mucho en el momento de su estreno, pero en Salzburgo han convertido el sonido de sus canciones en una parte de su identidad.