Visitar el Castillo de Olite. Consejos Prácticos
El Palacio Real de Olite fue uno de los castillos medievales más lujosos de Europa y está declarado Monumento Nacional desde 1925.
Lo componen tres partes bien diferenciadas: El Palacio Viejo, que es un Parador Nacional, las ruinas de la capilla de San Jorge y el Palacio Nuevo. Y la parte visitable es el Palacio Nuevo (s.XV) con sus elegantes estancias, patios, balcones, torres de diferentes formas e incluso un jardín suspendido.
Fue el rey Carlos III de Navarra y su esposa Leonor de Trastámara quienes impulsaron las obras y no repararon en gastos hasta satisfacer todos sus caprichos. Como consecuencia, la fama del castillo de Olite traspasó fronteras convirtiéndose en un destino turístico entre los nobles de la época y hoy en día sigue siendo impresionante.
Así que, si estás pensando en viajar a Olite, no te pierdas estos consejos prácticos para organizar tu visita al castillo.
COMPRA LAS ENTRADAS POR ANTICIPADO
El Palacio de Olite se puede visitar por libre o con guía. También existe la posibilidad de hacer un recorrido guiado pensado para el público infantil, que es una opción dirigida a familias con peques entre 3 y 8 años.
En cualquier caso, lo mejor es reservar con antelación para asegurarte de que puedes entrar cuando mejor encaja en tus planes. Ten en cuenta que, en el caso de las visitas guiadas, debes acudir unos quince minutos antes de la hora de comienzo.
VISITA CON BEBÉS
Si vas a Olite con cochecito o sillita de bebé, debes saber que vas a encontrar muchas calles empedredadas. Resultan algo incómodas para avanzar pero son parte innegable del encanto del municipio.
Al recinto del Palacio se puede acceder con el cochecito sin problemas, ya que hay una rampa en la plaza. Sin embargo, tendrás que dejarlo en el espacio cubierto que hay en el patio, junto a la puerta de entrada al edificio, ya que no se puede recorrer con carritos de bebé. Por este motivo lo más cómodo es llevar una mochila portabebés u otro tipo de porteo durante la vista.
ACCESIBILIDAD
Tal como se indica en la web que gestiona las visitas al Palacio de Olite, el monumento es parcialmente accesible para personas con movilidad reducida.
En el edificio encontrarás pequeños escalones que son fáciles de sortear pero también tramos más largos de escaleras, como las que tienen forma de caracol dentro de las torres.
SEGURIDAD
El Palacio de Olite cuenta con ventanales acristalados que no suponen ningún peligro para los visitantes más curiosos. Sin embargo, tanto las hermosas galerías como el camino de ronda o las torres invitan a acercarse para asomarse sobre Olite.
Para disfrutar de las distintas perspectivas que nos ofrece su arquitectura con prudencia y seguridad, conviene vigilar a l@s peques en todo momento. Además, los menores de 15 años deberán ir acompañados por un adulto.
COMPRUEBA EL CLIMA
La visita al palacio incluye diferentes patios y zonas al aire libre que son parte del encanto del monumento, por lo que sería una pena que te las perdieras por culpa de la climatología.
Ten en cuenta que en los meses de invierno el viento puede ser fuerte y frío, sobre todo en lo alto de las torres. Y en verano hay que protegerse bien del sol porque pasarás un buen rato haciendo fotos mientras recorres el camino de ronda y, aunque haga calor, no es tan agradable hacerlo mientras llueve. Así que comprueba el pronóstico meteorológico y equípate en función de la previsión.
INFO ÚTIL
Está prohibido comer y beber en el recinto del Palacio de Olite y tampoco se permite el acceso con animales.
La visita guiada dura unos 40-45 minutos. Podrás subir a las torres cuando haya finalizado el recorrido y quedarte el tiempo que quieras haciendo fotografías o simplemente disfrutando del monumento.
En caso de que vayas a verlo por libre, calcula que tardarás en torno a una hora. Puede que un poco más si subes a todas las torres.
FÍJATE BIEN
Hagas la visita por libre o guiada, hay algunos detalles curiosos que no te puedes perder:
-Aunque el palacio fue rehabilitado en el pasado siglo, todavía pueden verse las marcas de cantero realizadas en la Edad Media. Basta con mirar las piedras de los muros con algo de atención para descubrir distintas formas grabadas en ellas.
-El enorme árbol que puedes ver desde la preciosa Galería del Rey es una morera centenaria que está declarada Monumento Natural. Si quieres verla en todo su esplendor, ten en cuenta que es un árbol de hoja caduca y en invierno sus ramas están desnudas.
-Al lado del palacio y fuera de sus muros hay una estructura que parece un huevo gigante. No es una escultura moderna, sino un nevero donde se conservaban los alimentos.
-Las paredes de la Sala del Rey tienen un color ligeramente rojizo. Se debe al incendio provocado por Espoz y Mina y sus tropas para evitar que el castillo cayera en manos francesas.
-La decoración de la Sala Mudéjar es una de las partes originales del palacio y, con el fin de conservarla mejor, no se puede entrar pero se ve de una forma muy ingeniosa.
Estos son algunos ejemplo de los muchos secretos que guarda el Palacio de Olite. Pero no puedo terminar este post sin mencionar al fantasma que habita entre sus muros, pues, según cuentan, es el espíritu del mismísimo Carlos III quien se aparece de vez en cuando acompañado por su león.
Nosotros no sentimos ninguna presencia extraña ni escuchamos lamentos, seguramente porque mola más aparecerse por la noche para asustar a la gente. Pero nunca se sabe…
Inés García
Precioso el Palacio Real de Olite, desde luego merece la pena la visita. Tendremos que volver en Primavera para disfrutarlo en todo su esplendor.
Mª.Victoria B.L.
Sí, es muy bonito y además tiene una interesante historia.
¡Un saludo!