5 Consejos para visitar museos con niños
Hay infinitas razones para visitar un museo. A veces lo hacemos por amor al arte, a la historia, a la ciencia o, simplemente, por el placer de aprender más sobre ese tema que nos apasiona. Otras veces es el clima quien nos brinda la excusa perfecta para incluirlos en nuestros planes…
Pero, ¿Qué pasa con l@s peques? ¿Es buena idea que nos acompañen? Yo creo que sí, porque puede ser una experiencia muy positiva para toda la familia y una oportunidad única para participar de su asombro.
Si te estás planteando hacerlo pero te preocupa lo que pueda pasar, aquí tienes algunos consejos para visitar museos con niños pequeños:
1) En primer lugar, consulta si el museo tiene alguna sala o actividad enfocada a l@s peques, guías infantiles, gymkanas… Y saca las entradas con antelación para evitar colas y aglomeraciones.
2) Intenta elegir una temática acorde a su edad e intereses y, sobre todo, un momento del día en que estén descansad@s y hayan comido. En nuestro caso, hemos comprobado que el tema es algo secundario (siempre y cuando sea apto para todos los públicos), pero es fundamental que la peque tenga el estómago lleno. Y no puede faltar su botellín de agua.
3) Antes de ir, habla con ell@s sobre la visita, buscad imágenes relacionadas, leed cuentos e historias curiosas… ¡Todo lo que se te ocurra para conseguir que esperen el momento con más ilusión!
Pero ten en cuenta que, una vez allí, es posible que te bombardeen con mil preguntas sobre los extintores y apenas miren los cuadros de Goya… Eso es parte de la aventura de visitar museos con niños, pues cualquier cosa puede despertar su curiosidad.
4) Aunque el objetivo es divertirse recorriendo el museo, hay que explicarles qué está permitido hacer y qué no, incluyendo las normas anti Covid. Así sabrán de antemano lo que se espera de ell@s y evitaremos molestar a otros visitantes. A mi peque, por ejemplo le encanta llevar el plano y ejercer de guía, pero debe hacerlo sin gritar.
5) Cuando veas que el interés o la energía de tus peques empieza a decaer, podéis pasar un rato por la cafetería para picar algo, subir a la azotea a tomar el aire e incluso dar por terminada la visita. A veces, una retirada a tiempo es una victoria.
Y si dejas que elijan un pequeño recuerdo en la tienda de regalos, conseguirás que vuelvan a casa con una gran sonrisa.
Espero que estos consejos para visitar museos con niños te sirvan para que disfruten y tengan tantas ganas de repetir la experiencia como tú. Anímate a intentarlo y enséñales que un museo es un túnel para viajar en el tiempo, una ventana al cómo y al porqué del presente…
Y es fantástico asomarse a ella y volver a mirar con ojos de niñ@.